jueves, 19 de febrero de 2015

Los mosaicos.




La palabra mosaico proviene de la palabra griega "musa". Se ha llegado a decir que tal nombre era debido a que en el mundo clásico, se consideraba un arte tan magnífico que debía estar inspirado por las musas.

Los mosaicos tienen un origen muy antiguo. Se han hallado mosaicos en Creta, Mesopotamia, y por supuesto en Grecia, Roma y el Imperio Bizantino.

Un mosaico en su origen es una obra compuesta de pequeñas piedrecillas, trozos de terracota o vidrios de varios colores que reciben el nombre de teselas. Por extensión se llama mosaico a cualquier obra realizada con fracciones diversas. Se realizaba sobre todo en grandes superficies planas, como paredes, suelos y techos, pero también se adaptó a simples objetos o pequeños paneles.

Es en época griega helenística cuando empieza a perfeccionarse este arte, creándose obras con temas complejos y episodios de la vida cotidiana y de la mitología. Los materiales que se emplean ya en esta época son mármol, vidrio, ónice, etc.
Es por ello que cuando los romanos conquistan Grecia incorporan los mosaicos a sus construcciones y se especializan en ellos creando toda una producción artístico-industrial.


Estos mosaicos podían representar formas geométricas o cenefas, pero los más impresionantes son verdaderos cuadros




Fuentes texto e imágenes:
Arteguías.
Wikimediacommons.

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