viernes, 25 de marzo de 2016

La Odisea.





El segundo gran poema épico griego, tras la Ilíada, es la Odisea. Ésta nos narra el azaroso viaje que durante diez años hizo Odiseo (Ulises) hasta poder regresar a su tierra y volver a ver a su familia.

Su camino de regreso está plagado de aventuras y, sobre todo, de desventuras. Naufragan varias veces, deben luchar contra monstruos (como Escila y Caribdis, las sirenas que tenían cuerpo de ave y cabeza de mujer y cuyos cantos atraían a los marineros para hacerlos morir...) y ninfas y hechiceras como Calipso o Circe que se enamoran de nuestro protagonista e intentan retenerlo. Sus compañeros van muriendo a pesar de la astucia de Odiseo para escapar de los peligros, como cuando engañó a un hijo de Poseidón, el cíclope Polifemo, al que emborrachó y cegó para poder escapar de su cueva y así no ser devorados por él.



Odiseo/Ulises no para de luchar por volver a su hogar mientras que Poseidón se lo impide como castigo al daño causado a su hijo. Gracias a los consejos del espíritu del adivino Tiresias, consigue aplacar a Poseidón y volver a Ítaca, pero para entonces todos sus compañeros han muerto.



Sus desventuras no terminan con su regreso. Puesto que ha estado ausente durante muchos años y nadie ha tenido notica alguna de él, su palacio se ha llenado de pretendientes que quieren conseguir la mano de su esposa Penélope y con ella el trono y todas sus posesiones. La juventud de su hijo Telémaco ha impedido que éste se hiciese cargo del trono y pudiera librarse de ellos. Penélope le sigue queriendo y no desea casarse con nadie más, pero la presionan tanto que inventa una treta: dice estar tejiendo la mortaja para su suegro, sólo podrá contraer nuevo matrimonio cuando la termine. De día teje y teje sin parar, pero de noche deshace gran parte de lo hecho para retrasar el momento de elegir marido. Mientras esperan los pretendientes viven y celebran banquetes constantemente a costa de las posesiones de Odiseo y Penélope.






Cuando Odiseo consigue llegar a las orillas de su querida isla se hace pasar por un vagabundo, y con la ayuda de Atenea, que siempre le protege y le defiende ante el resto de dioses, trama una terrible venganza contra todos aquellos que ultrajan a su hijo, están acabando con sus bienes y pretenden a su esposa. Para ello cuenta con la ayuda de su hijo y de dos criados fieles, pero sabe que hay otros servidores que están a favor de sus enemigos.

Llega al palacio pidiendo limosna y hospitalidad, donde es insultado y golpeado por los pretendientes, pero aún así se le acepta en palacio, y la sirvienta que le lava los pies como símbolo de hospitalidad le reconoce por la cicatriz que tiene Odiseo en la pierna. El rey debe pedirle que guarde silencio, y que oculte lo que sabe a todos e incluso a la reina porque necesita pasar desapercibido si quiere deshacerse de los pretendientes. Consigue convencerles de que la mejor forma de resolver de una vez por todas con quien se tiene que casar Penélope es participar en una competición: el que consiga hacer pasar una flecha a través de los ojos de doce hachas alienadas se casará con la reina y será rey.


¿Qué treta prepara Odiseo para esos parásitos? El arco con el que deben hacer el tiro no puede ser cualquiera, sino una arco de gran potencia que pertenecía al rey Odiseo. Los pretendientes no son capaces de tensarlo siquiera para colocarle la cuerda necesaria para hacer el tiro, ante lo que el vagabundo se ofrece para participar. A pesar de la incredulidad y las burlas, consigue tensar el arco y que su flecha pase por los huecos de todas las hachas. En ese mismo momento da a conocer su verdadera personalidad mientras los criados fieles cierran las puertas de la sala e inicia su venganza.


Junto con Telémaco y sus dos fieles criados, y la ayuda de Atenea que impide que les hieran, va dando muerte a cada uno de los pretendientes y a todos los servidores que les habían apoyado siendo infieles a su rey.



Después de esta matanza, ordena a las criadas limpiar las salas y quemar azufre en todos los fuegos del palacio para purificarlo, y exige a los que le fueron fieles que no mostrasen signos de alegría por la muerte de los pretendientes puesto que no era bueno mostrar júbilo por la muerte de tantas personas... Y, por fin, se reencuentra con Penélope. Después de veinte años de separación ésta no le reconoce, y le toma por un advenedizo que con las mismas pretensiones de los anteriores: conseguir un trono y una fortuna sin merecerlo. Para aclarar sus dudas le prueba haciéndole preguntas que sólo el verdadero Odiseo puede responder correctamente. Cuando él supera la prueba todos le aceptan definitivamente como rey.




¿Por fin nuestro héroe podrá disfrutar de su familia? ¡No! Las enfurecidas familias de los hombres que ha asesinado quieren venganza y le retan, comienzan a luchar pero la diosa Atenea desciende y les obliga a llegar a un acuerdo: ahora que Ítaca ha recuperado a su rey y que el castigo a los pretendientes ha sido por sus injustos abusos debe reinar la paz en la isla.



A pesar de todo ellos, la de Odiseo no es la historia más desdichada de los victoriosos helenos. Si ya sabemos que el temible Aquiles murió en Troya, muchos de los que volvieron fueron muriendo poco después, como fue el caso de Agamenón, asesinado por el amante de su esposa Clitemnestra (y hermana de Helena).

miércoles, 23 de marzo de 2016

El nudo Gordiano.

Alejandro cortando el nudo gordiano. De historias con Historia.




Artículo de Blogolengua.

¿Qué es “cortar el nudo gordiano”? Es resolver un problema imposible mediante una acción tajante y sin contemplaciones. También se suele utilizar para referirse a lo esencial de un asunto que es difícil de comprender, pero que si le llega descubrir se pueden resolver sus implicaciones.

El origen de la expresión alude al nudo que ataba al yugo el timón del carro del rey Gordias de Frigia y que Alejandro Magno, ante la imposibilidad de deshacerlo porque sus cabos estaban ocultos, decidió cortarlo con la espada y cumplir el oráculo que prometía el dominio de Asia a quien consiguiera soltarlo.

El nudo existió realmente y la solución alejandrina también, pero el origen del nudo y su sentido son míticos. Según la leyenda, en el siglo IX a.C., el oráculo de Sabazios anunció a los frigios, que se encontraban en una guerra civil y sin rey, que debían coronar al primer hombre que entrara en la ciudad en un carro tirado por bueyes. Así apareció el campesino Gordias, que se dirigía a consultar al oráculo si el hecho de que un águila se hubiera posado en su arado podía ser considerado un augurio de que se convertiría en rey. Proclamado rey de Frigia, fundó la ciudad de Gordio y, en señal de agradecimiento, ofreció al templo de Zeus su carro y ató el timón y el yugo con un nudo cuyos cabos se escondían en el interior, y tan complicado que nadie lo podía soltar.

Para preservar su imperio, y puesto que Gordio era una ciudad estratégica por donde debían pasar los posibles enemigos, los persas inventaron el mito de que sólo quien pudiera desatar el nudo inextricable podría conquistar Asia. Intentarlo sin haber desatado el nudo conducía al fracaso. Estos mitos constituían una forma de guerra psicológica, porque en aquel tiempo los soldados creían en ellos y no estaban dispuestos a emprender aventuras bélicas que no estuvieran avalados por ellos.

Alejandro Magno quería conquistar el Imperio Persa y cuando, en el año 333 a.C., alcanzó la ciudad estratégica de Gordio se encontró con el famoso nudo. Para evitar las reticencias de su ejército y asegurarles el éxito, lo cortó de un tajo con su espada y dijo: “Es lo mismo cortarlo que soltarlo” o “tanto monta, cortar como desatar”.

Alejandro conquistó Persia y su gesto sirvió de metáfora de todo lo que conviene resolver tajantemente, sin contemplaciones, de una forma que no se le había ocurrido antes a nadie. Pero hay críticos con este método, como Norberto Bobbio, quien afirma que “para deshacer nudos, hace falta inteligencia; para cortarlos, basta una espada”.

De esta leyenda, al parecer por consejo de Nebrija, tomó Fernando el Católico los símbolos de su escudo heráldico (un yugo y una soga suelta) y la divisa que las acompaña (“Tanto monta…”).

lunes, 21 de marzo de 2016

La vestimenta en la Grecia Antigua.





Las mujeres griegas solían vestirse con una túnica o peplo muy sencillo. Era un gran rectángulo de tela que se ataba sobre los hombres con uno (en el caso del dórico) o varios broches (en el caso del jónico) y que después se ajustaba con un cinturón, que además servía también para cerrar la abertura lateral de la tela. Si hacía frío o debían salir a la calle, se colocaban encima el llamado himation, un gran paño que hacía las veces de capa.



En Asia Menor se utilizaba más el lino (peplo jónico), mientras que en la Península Balcánica predominaba la lana (sobre todo para los grupos sociales menos pudientes).


La calidad de las telas y sus estampados y bordados, la riqueza de los broches y de las joyas dependían de la capacidad adquisitiva de la familia. Es famoso el peplo que la ciudad de Atenas ofrecía a la diosa Atenea durante las fiestas de las Panateneas. Era un peplo realizado con las mejores telas y en el que algunas de las muchachas de las familias nobles de la ciudad habían estado trabajando todo el año. Además de ser un honor reservado a unas pocas el trabajar en su confección y bordado (ergastinas) y abrir la procesión, también lo era poder participar como canéfora, es decir, como una de las que ayudaba a llevar las ofrendas a la diosa, entre ellas el peplo hasta el templo durante la procesión que se realizaba hasta el Partenón en la acrópolis.








El vestido del hombre griego antiguo no se ajustaba al cuerpo sino que era suelto, habitualmente era un rectángulo de tela que envolvía el cuerpo y se sujetaba mediante un cordón, broche o simplemente le hacían algunos puntos de costura. Constaba de dos piezas, la interior llamado quitón y la exterior manto o himation los hombres no usaban ropa interior debajo de la túnica.


El quitón podía ser dórico o jónico, el dórico constaba en un rectángulo de tela que envolvía libremente el cuerpo y lo ceñía un cinturón o broche.
La clámide algo mas tosco era un manto que usaban los soldados tipo capa más abierta y flotante, los jóvenes la usaban pues les permitía tener libres sus dos brazos
La exómida era el mono de trabajo de los esclavos, los artesanos y los soldados, se trataba de un vestido corto ceñido a la cintura con un cinturón y atado al hombro con un nudo lo que les permitía mayor libertad de movimientos.






El calzado utilizado eran las sandalias, suelas de cuero que se sujetaban al pie y al tobillo mediante tiras de cuero.



Fuentes del texto:






domingo, 20 de marzo de 2016

Competición entre Atenea y Poseidón.

Respondiendo a la petición de incluir en este tema más mitología, aquí tenéis otra historia de este tipo. Si queréis que se hable de un tema o aspecto en concreto relacionado con el tema que estemos viendo ¡animáos y decidlo!





La poderosa Atenas debe su nombre a la diosa Atenea, protectora de la ciudad. La historia que no suele ser tan conocida es cómo eligió la ciudad a su deidad protectora.



El mito fundacional nos cuenta que cuando fundaron la polis decidieron que su nombre honrase al dios que la protegiera y hubo dos candidatos a hacerlo: Atenea y Poseidón. Para elegir a uno de ellos, los ciudadanos pidieron a los dioses un regalo, ellos escogerían el más útil.










Poseidón golpeó con su tridente una roca, de la que brotó una fuente (otras versiones dice que hizo surgir un espectacular caballo del mar), pero ésta era de agua salada.



Atenea, por el contrario, hizo brotar un olivo, del que se podía obtener aceite, madera y alimento.






Comparando los presente divinos, los ciudadanos consideraron más útil el olivo que la fuente salada (o el caballo, según las versiones) y a través de su rey, Cécrope, se encomendaron a Atenea, por lo que llamaron a su ciudad Atenas. En la parte más alta de la ciudad, en la Acrópolis, construyeron para ella en época clásica el conjunto de templos más hermoso de toda Grecia. La casa de la diosa, el Partenón (cuyo nombre viene de que albergaba la estatua de Atenea Parthenos, es decir, virgen) es considera el templo más importante de toda la arquitectura griega. Su frontón, que podéis ver en la primera imagen de este artículo, se decoró con estatuas que rememoraban esta competición entre dioses.




La presencia de Atenea no sólo se manifestó en la Acrópolis, sino también en sus monedas. Los dracmas y tetradracmas de la ciudad solían representar en una de sus caras una lechuza, el símbolo de la diosa (que solía ser llamada "la de grandes ojos" o "la de ojos de lechuza"). Y esta lechuza la escogida por Grecia para decorar las monedas de un euro actuales. ¿No os parece una elección estupenda?


Las hojitas de la parte superior izquierda son de olivo.

sábado, 19 de marzo de 2016

viernes, 18 de marzo de 2016

El rapto de Europa.





El nombre de nuestro continente, Europa, se lo debemos a la mitología griega. Ésta nos cuenta cómo Zeus se enamoró de una bellísima mortal, la princesa fenicia Europa (hermana de Cadmo, que según las leyendas había inventado la escritura).



El rey de los dioses decidió adoptar la forma de un impresionante toro, y esperó entre los rebaños de la familia de Europa a que ésta pasase por allí durante uno de sus paseos junto a sus amigas. Cuando esto ocurrió, todas acudieron a ver al precioso animal, y notando que era manso, Europa se decidió a montarse sobre su lomo para presumir delante de sus compañeras.... pero en ese momento Zeus se alejó corriendo, llevándola en su lomo, hasta cruzar el mar y llegar a la isla de Creta.



¿Habéis visto alguna vez una moneda de dos euros griega? El motivo escogido para decorarla no es más que este rapto. ¡Es lo más apropiado para una moneda que es griega y europea a la vez!


jueves, 17 de marzo de 2016

miércoles, 16 de marzo de 2016

martes, 15 de marzo de 2016

Atlas.


Uno de los hermanos de Prometeo fue el titán Atlas, también llamado Atlante. Fue padre de las Hespérides, las Pléyades y de la hermosa ninfa Calipso que se enamoró de Odiseo y le retuvo en su isla durante años impidiéndole volver a su casa.

Fue el líder de la Titanomaquia, la guerra entre los dioses olímpicos y los titanes, por lo que al terminar ésta fue castigado por Zeus a portar sobre sus hombros los pilares que mantenían separados los Cielos de la Tierra.



Atlas muestra las manzanas de las Hespérides a Heracles mientras éste sostiene los cielos.
Metopa del templo de Zeus en Olimpia. (Sí, el de la estatua de oro y marfil que es una de la siete maravillas del mundo).

Ayudó a Heracles, cuando éste le pidió ayuda aconsejado por Prometeo, a conseguir las manzanas de oro del jardín de las Hespérides, sus hijas. A cambio sólo debía cargar con los pilares mientras él cumplía el encargo. Pero a la vuelta, no quiso volver a cumplir su tarea, por lo que Heracles tuvo que engañarle. Aparentó estar de acuerdo con que fuera Atlas y no él el que llevase las manzanas a Euristeo para demostrar que había cumplido con el trabajo encomendado, pero le pidió por favor que sujetase un momento los pilares para poder colocarse su capa sobre los hombros y así evitar que le hicieran daño. Como os podéis imaginar, en el momento en que Atlas volvió a sostener los pilares, el hijo de Zeus recogió las manzanas y se fue corriendo.


El nombre de este titán ha dado lugar al de nuestros Atlas, libros con una recopilación de mapas geográficos (físicos, temáticos, etc.).

Pandora.



Zeus, como castigo a los hombres por aceptar el regalo del fuego de Prometeo (también duramente castigado como ya sabéis) mandó crear a una mujer que impresionase a todos y fuese el instrumento de su venganza. Ordenó a Hefesto que modelara una mujer de barro, a los Cuatro Vientos que le infundieran aliento y a todas las diosas que la vistieran y engalanaran.

El ilustre Hefesto hizo a la mujer bella, casi tan bella como las diosas; pero los volubles vientos, por mandato del que amontona las nubes, le insuflaron un alma malévola y perezosa. Atenea le regaló luego «un vestido de resplandeciente blancura..., un velo... bordado con sus propias manos y una... corona de fresca hierba trenzada con flores». Una portentosa diadema de oro había cincelado para ella el dios de la forja. Las divinas Cárites (Las Gracias) le pusieron collares de oro y las Horas le dieron una espléndida melena.

Por fin Zeus, contento de lo que tramaba, la presentó ante la asamblea de los demás dioses para que la enriqueciesen con cuantos dones pudieran hacerla más apetecible. Entonces «un estupor se apoderó de los inmortales cuando vieron el espinoso engaño, irresistible para los hombres, pues de ella desciende la estirpe de las mujeres, gran calamidad para los mortales». Obedecieron sin embargo a la sugerencia, que era mandato, y se sabe que Hermes le puso en la boca elocuencia y palabras seductoras y equívocas, que Apolo la adornó con dotes para la música. Sospechan algunos que Afrodita le concedió el don de la seducción y aseguran otros que Hera, a escondidas de su esposo, convocó a sus hermanas Hestia y Démeter quienes pusieron en la neófita la prudencia, la constancia y la fortaleza. Atenea, unida esta vez a sus tías, le dio sabiduría para discernir la justicia.

La llamaron Pandora, la que posee todos los dones, pero antes de enviarla a los humanos, Zeus le entregó un ánfora o cofre, según otros, que se supone contenía inmensos bienes y presentes para Prometeo con la advertencia de no abrirlo, lo que ella prometió a pesar de la curiosidad que le mordía el alma.

Hermes fue el encargado de conducirla, como un regalo del cielo, hasta Prometeo, quien, astuto y precavido, la rechazó e indicó a su hermano que, como había hecho él, desconfiara de cualquier regalo de Zeus. Fue entonces cuando Zeus ardió de cólera y encadenó a Prometeo a una roca del Cáucaso para que se lo comieran los buitres. Epimeteo, sin embargo, joven y cándido, se enamoró locamente de Pandora nada más verla, se desposó con ella y aceptó la caja como dote. Luego, ávido de curiosidad, abrió la caja de la que no salieron más que horribles males, pestes, guerras, hambres, muertes... Horrorizado, intentó cerrarla, pero sólo consiguió retener dentro a la Esperanza, que ayuda desde entonces a todos los hombres a soportar los males escapados de la caja y extendidos por toda la faz de la tierra. El paraíso se había terminado.



Otras fábulas afirman que fue Pandora quien abrió la caja. Incluso otra versión dice que la caja contenía bienes sin cuento para la humanidad, pero se destruían al darles salida, o bien, huían inalcanzables. Dicen otros que este ánfora, que luego dijeron era arca atada con mil nudos, estaba llena de dones divinos, que una vez liberados abandonaron para siempre al hombre y regresaron al Olimpo, todos menos la Esperanza que se quedó atrapada en el fondo del ánfora.

Como veis la historia no deja en buen lugar a la primera mujer, que aparece adornada por no pocos ni pequeños defectos... ¿Qué relación estableceríais entre este mito y la posición que hemos visto que ocupaba la mujer en la sociedad griega?

lunes, 14 de marzo de 2016

Animales mitológicos.

Los mitos griegos no sólo son escenario para dioses y héroes. También abundan los animales fantásticos y temibles.

El Can Cerbero: perro gigantesco de tres cabezas que guardaba las puertas del Inframundo.


La Esfinge: terrible monstruo con cabeza femenina, alas de ave y cuerpo de león. Había aprendido a cantar y a formular acertijos de las musas. Su temible aspecto se utilizaba para ahuyentar a los malos espíritus, y con esa finalidad se solían colocar estatuas de esfinges en la parte superior de las estelas funerarias como la que veis abajo. Murió tras ser vencida por el príncipe Edipo, que logró descifrar uno de sus acertijos.



Quimera: Las descripciones varían desde las que decían que tenía el cuerpo de una cabra, los cuartos traseros de una serpiente o un dragón y la cabeza de un león, hasta las que afirmaban que tenía tres cabezas: una de león, otra de macho cabrío, que le salía del lomo, y la última de dragón, que nacía en la cola. Todas las descripciones coinciden sin embargo en que vomitaba fuego por una o más de sus cabezas. Era sumamente rápida.
Quimera fue derrotada finalmente por Belerofonte con la ayuda de Pegaso, el caballo alado, a las órdenes del rey Iobates de Licia. Hay varias descripciones de su muerte: algunas dicen simplemente que Belerofonte la atravesó con su lanza, mientras que otras sostienen que la mató cubriendo la punta de la lanza con plomo que se fundió al ser expuesto a la ardiente respiración de Quimera.



Pegaso: el caballo alado que brotó de la sangre de la Gorgona Medusa al ser vencida por el héroe Belerofonte y que permitió a éste vencer después a la temible Quimera.

domingo, 13 de marzo de 2016

Recomendaciones

Ahora que se acercan algunos días de descanso, podéis disfrutar de varias películas relacionadas con los que hemos ido explicando o comentando en clase:



-Oliver Twist: varias adaptaciones cinematográficas han utilizado la novela de Charles Dickens. La vida de un huérfano nos muestra la vida de las clases desfavorecidas en el Londres del s. XIX.

- Adiós a la reina; sobre la revolución francesa.

- Jefferson en París; el redactor de la Declaración de Independencia de los EEUU viaja a París como embajar de su país, para asesorar al primer gobierno revolucionario.


Sobre el tema que comentamos en clase:

- Flor del desierto: la vida de la una mujer que pasa de vivir de forma nómada en el desierto a escapar a Europa para terminar convirtiéndose en modelo y embajadora especial de la ONU para África.

- Moolaade: Colle Arbo acoge en su casa a varias niñas que han huido antes de ser sometidas al ritual de la ablación. Toda la aldea se debate entre dos tradiciones, el respeto al derecho de asilo (moolaade) al que ha recurrido Colle y la de la ablación (salinde).


sábado, 12 de marzo de 2016

El coloso de Rodas.


En la isla de Rodas decidieron erigir una monumental escultura de treinta y dos metros de altura en honor de Helios, dios del sol. Fue construida con placas de bronce y colocada en el puerto de la ciudad. Un terremoto la derribó y sus restos fueron dejados en el lugar en que se desplomaron por orden de un oráculo. No fue hasta el s. VII d. C. que estos restos de bronce y hierro fueron fundidos de nuevo y vendidos por las tropas musulmanas que saquearon la isla.

viernes, 11 de marzo de 2016

El templo de Artemisa en Éfeso.



La ciudad jonia de Éfeso levantó un tempo a la diosa Artemisa (la Diana romana). Era tan grande e impresionante que fue escogido como una de las Siete Maravillas. Pero su fama fue también su perdición, puesto que un loco le prendió fuego ¿el motivo? quería que su nombre fuera recordado por la posteridad pero no poseía ningún talento que le permitiese conseguirlo. Por ese motivo no menciono su nombre, que sí que recuerda la Historia, porque merece ser olvidado por la crueldad de privar a su ciudad y al mundo de una maravilla semejante.

jueves, 10 de marzo de 2016

La estatua de Zeus en Olimpia.



La ciudad de Olimpia decidió que la estatua de Zeus, rey de los dioses, que iba a albergar su nuevo templo no podía ser una escultura como cualquier otra. Debía mostrar tanto el poder del dios como la prosperidad de la ciudad que la pagaba. Por ello decidieron utilizar en sus doce metros de altura algunos de los materiales más caros: el oro y el marfil (escultura crisoelefantina). El escultor elegido fue el mejor del momento: Fidias, que después también fue elegido para dirigir los trabajos en la Acrópolis de Atenas y realizó también la escultura de Atenea Parthenos

miércoles, 9 de marzo de 2016

La proporción áurea.

En el tema de Grecia hablamos, cuando vimos su escultura que los griegos consideraban la belleza fruto de la proporción de las partes que componen el todo. Así, para el escultor Policleto un cuerpo bello era aquél en el que la altura total suponía la de la cabeza multiplicada por siete.


De la misma manera, los arquitecos griegos aplicaron a sus edificios la proporción áurea, también llamada proporción divina, como podéis ver en la imagen.
¿Creéis que ya no se usa? Comprobad en cualquier carnet (de identidad, de pertenencia a cualquier agrupación, biblioteca, o incluso los nuevos de conducir) es un rectángulo áureo en el que el lado largo equivale a multiplicar por 1,61 la longitud de su lado corto.

martes, 8 de marzo de 2016

La canción de Seikilos



 Mientras estés vivo, brilla; no dejes que nada te entristezca más allá de la medida porque corta es la vida por cierto, y su retribución el tiempo exige.

La canción de Seikilos es la más antigua de la que se tienen una partitura o notación musical. Este epitafio de Seikilos, una estela funeraria griega datada en el primer siglo después de Cristo contiene una canción para beber (skolion), escrita por Seikilos para su mujer Euterpe, precedida por el siguiente texto:

Soy una imagen de piedra. Seikilos me puso aquí, donde soy por siempre, el símbolo de la evocación eterna.


lunes, 7 de marzo de 2016

sábado, 5 de marzo de 2016

Mausoleo de Halicarnaso.

Mausoleo de Halicarnaso.


El rey Mausolo de Caria, y su esposa Artemisia, decidieron construir una tumba impresionante. Ordenaron levantar una estructura rectangular de 30 por 40 m, sobre ella 117 columnas jónicas en dos hileras sostenían el techo en forma de pirámide escalonada truncada, y su cúspide estaba coronada con la estatua de una cuadriga con las efigies del rey y la reina, alcanzando en conjunto unos 50 m de altura. Para completar esta maravilla, los mejores escultores griegos de la época tallaron figuras y relieves en su estructura. El número total de estatuas ascendió a 444, aproximadamente.


Soportó las invasiones y destrucción de la ciudad por parte de Alejandro Magno, los bárbaros y los árabes, pero, finalmente, fue destruido por un terremoto en el año 1404.

En 1522 los Caballeros de San Juan utilizaron los restos para la reparación del Castillo San Pedro de Halicarnaso. Durante esta época, se encontraron una serie de túneles, debajo de la construcción, que llevaban a los sarcófagos de los difuntos reyes. La tumba fue saqueada por ladrones y por eso hoy ya no quedan restos de ella.

viernes, 4 de marzo de 2016

El faro de Alejandría.

El intenso tráfico marítimo en el puerto de Alejandría llevó a construir una gran torre que en su interior albergase un gran fuego que iluminase la costa por las noches, mejorando la seguridad de las embarcaciones cercanas a la costa en ese momento. Se levantó en un islote llamado Pharos, de donde se tomó el nombre para llamar a todas las torres que, en lo sucesivo cumplían la misma función que la de Alejandría. Tenía más de cien metros de altura, siendo uno de los edificios más altos del mundo.

Se mantuvo en pie cerca de un milenio, pero los sucesivos terremotos la fueron derruyendo, hasta que en el siglo XIV d. C. estaba reducida a ruina, por lo a finales del siglo siguiente se reaprovecharon sus piedras para construir una fortaleza en el lugar.

jueves, 3 de marzo de 2016

Las dinastías egipcias.

Seti I recibe de Hathor un collar honorífico.


La lista de gobernantes egipcios más completa que ha llegado hasta nosotros fue la elaborada por el sacerdote de Ra, Manetón. Le fue encargada por el rey Ptolomeo Soter, de origen greco-macedonio, que quería vincular su dinastía a los gobernantes nativos que había tenido el país en tiempos pasados.

Fue él el que acuñó el término "dinastía" para referirse a un conjunto de gobernantes que tenían características en común (misma procedencia geográfica, líneas de gobierno, etc). En la actualidad palabra supone un vínculo familiar en el que el poder pasa de padres a hijos.

Manetón estableción treinta y una dinastías para toda la historia de Egipto desde la unificación del Alto y Bajo Egipto bajo el faraón Narmer hasta los emperadores persas que controlaron el territorio antes de la conquista de Alejandro Magno. Las dinastías más famosas con la III y la IV, durante la que se contruyeron las conocidas pirámides egipcias y la XVIII y XIX, estas dos últimas el momento de esplendor político, cultural y económico egipcio.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Hatshepsut.



Escultura de Hatshepsut.

Fuente: wikipedia.
Hatshepsut ("La primera entre las damas nobles", XVIII dinastía) fue la mujer faraón que durante más tiempo permaneció en el trono. Nieta e hija de faraones, era hija de la princesa y Gran Esposa Real Ahmose y Tutmosis I . Como ninguno de sus hermanos varones llegó a la edad adulta, la casaron con el hijo de una esposa secundaria de su padre, el futuro Tutmosis II, para legitimarle en el trono (en Egipto los faraones debían casarse siempre con, al menos, una princesa de sangre real).

No tuvieron hijos varones, sólo a la princesa Neferure-Ra, por lo que con la temprana muerte del faraón se produce una crisis sucesoria. Una esposa secundaria ha tenido un varón, Tutmosis, pero es un niño aún, así que deben concertar su matrimonio con Neferure-Ra para legitimarle en el trono en el caso de que llegue a la edad adulta y pueda reinar (la mortandad infantil era muy alta en el Antiguo Egipto). Mientras, la Gran Esposa Real se ocupará de la regencia, avalada por su procedencia familiar y por su inteligencia.

El futuro Tutmosis III va creciendo y Hatshepsut aficionándose al poder, hasta que decide que no quiere dejar el trono. Por ello empieza a ordenar ser representada en los relieves y estatuas como un hombre con los atributos de los faraones. Primero acompañada del verdadero faraón, Tutmosis, y más adelante prescindiendo de él. Crea una leyenda que dice que su padre, en realidad, es el dios Amón, para legitimarse en el trono.

Su gobierno se caracterízó por ser un largo período de paz y de prosperidad económica.... Pero otra vez tenemos dudas ¿cómo consiguió alejar del poder tantos años a su hijastro? ¿Si quería conservar el trono para siempre porqué permitió que llegase a la edad adulta?

Parece ser que desde la muerte de los colaboradores más cercanos y de la hija de Hatshepsut, ésta se derrumbó y empezó a delegar parte del gobierno en Tutmosis ¿tuvo él algo que ver en una o en todas estas muertes? ¿el fallecimiento de la reina fue natural u ordenada por él?

Tutmosis III se convirtió en uno de los grandes faraones de la historia egipcia, con un reinado caracterizado por las campañas militares y las conquistas territoriales, extendiendo el territorio egipcio por el Sinaí, Siria, Canaán y Nubia. Aunque también es conocido por la saña con la que mandó destruir el nombre y la imagen de su madrastra en templos y edificios públicos, intentando borrarla de la Historia y quién sabe si también intantando privarla de la vida eterna, tan importante para los egipcios.



Tutmosis III.

Fuente: Artehistoria.

martes, 1 de marzo de 2016

La Mujer en el Antiguo Egipto.

Relieve con una pareja de nobles en la tumba del alto funcionario Ramose (hacia 1360 a.C.)
Fuente: http://nonwriter2.blogspot.com/2008_02_01_archive.html




La posición de la Mujer en el Antiguo Egipto era extraordinariamente buena si la comparamos con la del resto de culturas vecinas, como sociedades mesopotámicas, helénicas, etc. Al contrario que en ellas, en las que las mujeres vivían en un permanente estado de minoría de edad con fuertes trabas para heredar, administrar su patrimonio y con la permanente tutela de un varón (su padre, su esposo, sus hijos...), las egipcias poseían una consideración social bastante buena. Podían heredar y administrar sus bienes sin contar con el visto bueno de esposos o padres, podían tener negocios propios e incluso ejercer profesiones liberales como la medicina.




¡Hombres y mujeres eran iguales ante la ley! Lo que a nosotros nos parece de lo más normal era algo extrañísimo y exótico en esa época. Los viajeros extranjeros se sorprendían y escandalizaban por esta igualdad y relativa libertad femenina.




En el matrimonio la mujer no perdía su apellido, sus posesiones no eran obligatoriamente administradas por su esposo si ella no lo permitía y el divorcio era una iniciativa que también podían tomar ellas (en otras culturas sólo los hombres podían decidir divorciarse).




En los papiros que recogen consejos de sabios para educar y guiar a los niños y jóvenes, nos encontramos frases asombrosamente modernas, como la siguiente, del escriba Ani:



"Si eres sabio, mantén tu casa, ama a tu mujer, aliméntala
apropiadamente, vístela bien. Acaríciala y cumple sus deseos. No seas brutal,
obtendrás más de ella por la consideración que por la violencia: si la empujas,
la casa va al agua. Ábrele tus brazos, llámala; demuéstrale tu amor".

No pensemos que las mujeres tenían los derechos que actualmente disfrutamos, su posición no era igual en todo a la del hombre. Éste seguía siendo considerado superior, pero la mujer no era vista como alguien inferior sino más bien como un complemento imprescindible y merecedor de cierta consideración y respeto.


Pintura de una tumba egipcia. Una sirvienta ayuda a su señora a acicalarse.

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Existían trabas casi infranqueables para que las mujeres llegaran al trono, pero a pesar de ello conocemos unas pocas faraonas que en momentos de crisis o mediante intrigas consiguieron el poder máximo, e incluso lo desempeñaron de manera muy positiva para el país. La más famosa de ellas fue Hatshepsut (reinó de 1479-1457 a. C.), que siendo nieta, hija y esposa de faraones llegó al poder como regente durante la minoría de edad de su hijastro Tutmosis y que después no quiso devolverle el poder... aunque esa es otra historia que bien se merecería una entrada para ella sola.