El historiador ejerce la labor de "detective", reuniendo información, contrastándola y relacionándola para poder llegar a comprender un hecho o un proceso histórico. Por este motivo debe manejar el mayor número de fuentes relevantes posible, así como citarlas para que aquél que lo desee pueda acceder a ellas y contrastar esa información.
Las fuentes de información utilizadas son muy variadas, pudiendo diferenciar entre las escritas (crónicas, artículos periodísticos, textos administrativos, jurídicos o privados, etc.), orales (mitos y leyendas, folklore...) y materiales (edificios, restos arqueológicos, etc.).
La abundancia y variedad de las fuentes permiten al historiador tener una visión más cercana a la realidad, y poder contrastar de forma más rigurosa las hipótesis planteadas.
Si las fuentes presentan contradicciones entre ellas el historiador debe reflejar este hecho, así como deducir a qué se deben las mismas.
Las fuentes de información utilizadas son muy variadas, pudiendo diferenciar entre las escritas (crónicas, artículos periodísticos, textos administrativos, jurídicos o privados, etc.), orales (mitos y leyendas, folklore...) y materiales (edificios, restos arqueológicos, etc.).
La abundancia y variedad de las fuentes permiten al historiador tener una visión más cercana a la realidad, y poder contrastar de forma más rigurosa las hipótesis planteadas.
Si las fuentes presentan contradicciones entre ellas el historiador debe reflejar este hecho, así como deducir a qué se deben las mismas.
Fuente imagen: http://www.definicionabc.com/wp-content/uploads/herodoto.jpg
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