martes, 9 de noviembre de 2021

Los pilares del Islam: La peregrinación a la Meca.

Mezquita de la Kaaba, La Meca.


Se denomina hajj a la peregrinación que todo creyente musulmán debe realizar a la Meca, siempre que su fortuna y salud personal se lo permitan. No sólo consiste en un viaje hasta la ciudad de la Meca, santa para los musulmanes, sino que requiere una serie de rituales específicos que los peregrinos deber realizar antes y durante la misma.

Preparación para la peregrinación: Antes de llegar a la “tierra santa” (como llaman al lugar donde se encuentra propiamente la Ka’ba) los peregrinos deben cumplir con una serie de ritos que les permitirá presentarse en el santuario adecuadamente.
El peregrino debe declarar, ante testigos, su intención de llevar a cabo la peregrinación repitiendo tres veces una fórmula establecida o niyya.

Para entrar en este estado de consagración se debe realizar la purificación; los hombres deben afeitarse, cortar sus cabellos y uñas y luego de haber realizado esto se pondrán unas vestimentas especiales para esta ocasión.

Son dos piezas de tela blanca, una que va desde el ombligo hasta la rodilla y la otra cruzada alrededor del cuerpo cubriendo el hombro izquierdo, la espalda y el pecho, dejando el brazo derecho descubierto.

La mujer deberá usar una larga bata o toga desde la cabeza a los pies de color blanco, su cara será ocultada con un velo, pero éste no debe tocar su piel, lo único que debe quedar al descubierto son los ojos.

Para ambos, los pies deberán estar al descubierto por lo que no se permite el uso de zapatos; sí pueden utilizarse sandalias.

El estado de consagración deberá durar hasta que se termine la peregrinación, no es permitido durante el mismo lavarse ni cortarse el pelo.

Para finalizar este primer paso dirán la oración “Dios es lo más grande” (Alá Akbar) y después gritarán “Estamos a tu servicio, oh Dios” (Labbaika Allahuma labbaik) se repetirá muchas veces esto a lo largo de la peregrinación.


Santuario de la Kaaba.


Es necesario dar siete vueltas alrededor de la Kaaba y, si se puede, tocar la Piedra Negra.
Se hace siete veces el recorrido entre dos lugares llamados Safā y Marwa (separados por 420m) en recuerdo de la búsqueda de agua llevada a cabo por Agar para su hijo Ismael. Después, se bebe agua del pozo Zamzam.

Seguidamente se acude al lugar llamado Mina, a 4 km de la ciudad, y se hacen las oraciones del mediodía, de la puesta de sol y del alba.

Posteriormente, se va al monte Arafat (a 20 km) y allí se realizan la oraciones del mediodía y de la tarde. Se permanece allí hasta la puesta de sol, pues fue en ese momento cuando Mahoma pronunció su discurso de despedida.

Tras la puesta de sol se va a Muzdalifa, donde se rezan las oraciones nocturnas. En Muzdalifa los peregrinos buscan piedras, que usarán al día siguiente.

El tercer día, tras rezar la oración matutina, los peregrinos vuelven a Mina. Ese día es también el del Aid al-Kabir o fiesta del cordero. Se recorren los 300 m que separan Mina del lugar donde, según la tradición, Abraham fue a sacrificar a su hijo Ismael. En el camino hay tres pilares que simbolizan los tres puntos del recorrido donde Iblís, el demonio, intentó disuadir a Abraham. El peregrino lapida los pilares con las piedras recogidas la víspera, en lo que se conoce como la Lapidación del diablo. Algunos rituales marcan que debe sacrificarse también un cordero en recuerdo del que Abraham sacrificó en lugar de su hijo.

De regreso a la mezquita donde está la Kaaba, se repiten las circunvalaciones y los recorridos entre Safā y Marwa.

Finalmente, se hace una última circunvalación, la del adiós, y se sale del estado de ihrām: los hombres se rapan la cabeza y las mujeres se cortan el cabello.

Piedra negra de la Kaaba.



Hajj.

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