lunes, 12 de diciembre de 2011

El detallismo de los primitivos flamencos: El matrimonio Arnolfini de Jan Van Eyck.

El rico comerciante Arnolfini quiere un retrato en el que conmemorar su matrimonio. Su amigo, el pintor Jan Van Eyck representa a la pareja en su casa, rodeados de objetos cotidianos que aparentemente no tienen mayor importancia pero que están cargados de simbolismo (el perro significa fidelidad, las naranjas de la ventana muestran la riqueza del comerciante tanto como las lujosas ropas de la pareja, etc.).



El detalle es tal que podemos ver con facilidad la pelambre del perrito, incluso a la pareja reflejada en el espejo situado al fondo de la estancia... ¡y es allí donde vemos a los testigos del enlace!

El espejo está decorado con escenas de un Via Crucis, mientras que las cuentas del rosario colgado al lado del espejo muestran con maestría vidrio translúcido.






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