miércoles, 3 de octubre de 2012

La cueva de Altamira.




El descubrimiento de las pinturas de Altamira fue responsabilidad de la pequeña hija de un abogado, María, que acompañaba a su padre mientras inspeccionaba la cueva intentado encontrar indicios de su ocupación durante la prehistoria. Gracias a su pequeño tamaño, se introdujo en una pequeña oquedad de la cueva, viendo que ésta comunicaba con un espacio cuyo techo estaba pintado con numerosos animales. Un "mira, papá, hay bueyes pintados" fue el descubrimiento de uno de los restos de arte prehistórico más impresionantes e importantes del mundo.

Si las pinturas de la cueva, que representan en su mayoría animales, fueron un intento de atraer el agrado de los dioses, de atraer la abundancia o la suerte en la caza, sólo podemos imaginarlo.

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