sábado, 26 de diciembre de 2015

Felices Fiestas


Estamos estos días disfrutando de unas de las fiestas más arraigadas y populares en la civilización occidental. Aunque actualmente se celebra el nacimiento de Jesucristo, en realidad no sabemos cuándo nació exactamente ni tenemos certezas de ninguna de los hechos que tradicionalmente creemos que los acompañaron.

Hoy en día sabemos que Jesucristo debió en torno al año siete o seis antes de Cristo, y probablemente fue en primavera o verano.  ¿Por qué se escogieron entonces estas fechas para celebrar la Natividad? Para cristianizar la celebración pagana del solsticio de invierno. Tanto las Saturnales (fiestas romanas con opulentos banquetes, desenfrenadas fiestas y con el intercambio de regalos entre amigos y familiares, que habían decorado sus casas con plantas y velas para la ocasión) como la celebración del renacimiento del dios oriental Mitra eran muy populares y atractivas para la población, lo que llevó a adaptarlas al credo cristiano...


A partir de ese momento, se comenzó a celebrar la Natividad añadiendo elementos populares pero sin rigor histórico, como la presencia de una mula y un buey o la presencia de los reyes magos (que iban desde los tres que conocemos hoy a varias decenas).

El abeto navideño es otra cristianización de elementos druídicos de culto a la naturaleza, esta vez tomado de las poblaciones de origen germano del centro de Europa, como también el uso simbólico del muérdago.



¿Y el Belén? Es la única creación plenamente cristiana, creado por San Francisco de Asís en el año 1223, En España es muy popular porque los mejores artesanos dedicados a la fabricación de belenes se encontraban en Nápoles, reino que pertenecía a la dinastía de los Habsburgo españoles (a los que llamamos los Austrias, que es más fácil de pronunciar).


Que disfrutéis de estas fechas celebréis lo que celebréis.

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