Las tropas de Alarico saquean Roma. Fuente imagen.
El 24 de agosto de 410 se produjo el fin del mundo. Roma había sido asaltada y saqueada por un ejército bárbaro, el de los los visigodos, comandado por Alarico. San Jerónimo anotaba en una de sus epístolas: “Mi voz se ahoga en la garganta; y, mientras dicto, los sollozos cubren mis palabras. La Ciudad que conquistó el mundo ha sido a su vez tomada”. Ochocientos años habían pasado desde que la urbe hubiera sufrido un asalto similar, y nada fue igual desde entonces en el Imperio Romano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario