miércoles, 10 de febrero de 2016

La diosa Istar.


Diosa Istar, representada como Señora de las fieras, apoyada en dos leones y flanqueada por dos lechuzas. Tiene garras de ave rapaz y sostiene en sus manos dos cuerdas formando un círculo, símbolo del transcurso del tiempo.





La diosa babilónica Istar era conocida con muchos nombres. Era la Innana sumeria (la que se enfadó tanto con el héroe Gilgamesh) y la Astarté fenicia y hebrea. También la llamaban Señora de la Tierra y Reina del Cielo.


Era la diosa del amor y de la guerra, de la fertilidad y de la vida. Hija del dios de la luna y hermana de la diosa que gobernaba el inframundo.



Su primer esposo fue su hermano Tammuz. Al morir Tammuz, Istar descendió a los infiernos para arrancarle a su hermana, la terrible Ereshkigal, el poder sobre la vida y la muerte.


Después de darle instrucciones a su sirviente Papsukal, de ir a rescatarla si no regresaba, Istar descendió a la tierra, de las tinieblas Irkalla. Comenzó valiente y desafiante, gritando al portero que abriera la puerta antes de que la echase abajo. Pero cada en una de las siete puertas se la iba despojando una de sus prendas, y con ellas iba parte su poder, hasta que llegó desnuda e indefensa ante Ereshkigal, que la mató y colgó su cuerpo en un clavo.


Con su muerte, todo el mundo comenzó a languidecer. Pero el fiel Papsukal llegó hasta los dioses y les pidió que creasen un ser capaz de entrar en el mundo de los muertos y resucitase a Istar con la comida y el agua de la vida. Así es como Istar volvió a la vida, pero tenía que pagar un precio por ello: durante seis meses al año, Tammuz debe vivir en el mundo de los muertos. Mientras está allí, Istar ha de lamentar su pérdida, dando lugar al otoño y el invierno; en primavera, vuelve a salir y todos se llenan de gozo durante la primavera y el verano.



Con este mito los babilonios explicaban el ciclo de las estaciones y de la germinación de las semillas. Cuando conozcamos Grecia veremos como muchos de sus dioses y héroes pasan por aventuras y problemas muy parecidos a los que sufren Istar, Gilgamesh y otros personajes mitológicos mesopotámicos.



Fuente: wikipedia.

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