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miércoles, 23 de marzo de 2022

"Veo cosas maravillosas"



Howard Carter en la tumba de Tutankhamon.


"Veo cosas maravillosas". Éstas fueron las primeras palabras del arqueólogo Howard Carter cuando abrió, junto a su equipo, la tumba del faraón Tutankhamón (XVIII dinastía).

Por primera vez se había descubierto una tumba de un monarca intacta. Por vez primera se podía asistir al fabuloso espectáculo de contemplar las posesiones escogidas para acompañar al dios terrenal en el viaje que le reuniría con los otros dioses.

Durante seis años Carter trabajó financiado por Lord Carnavon, pero la ausencia de hallazgos importantes en el Valle de los Reyes estuvo a punto de hacerle desistir. Afortunadamente el arqueólogo consiguió convencer a su mecenas de que pagase otra campaña más, durante la que se descubrió la tumba.

Era un faraón prácticamente desconocido y que no aparecía en la mayoría de las listas reales. Sucesor de Akhenatón, reinó muy pocos años por su temprana muerte. Y fue este hecho el que obligó a utilizar una tumba pequeña, construida para un noble, puesto que no había dado tiempo a preparar algo digno de un rey. Si las joyas, muebles y demás objetos encontrados en la tumba eran impresionantes, no pueden hacernos más que imaginar las fabulosas riquezas que pudieron contener un día la de otros faraones de mayor importancia como Tutmosis III, Seti I o Ramsés II.




Máscara de la momia de Tutankhamón.


La imagen más conocida es la de la máscara que cubría la momia del joven rey. Con oro, lapislázuli y otras piedras reproduce sus rasgos. Pero, personalmente, me parece aún más especial el trono en el que aparece representado junto a su esposa, que le ofrece un cuenco y le toma cariñosamente de un brazo, recordando las representaciones típicas del reinado de su padre, Akhenatón.


Trono de Tutankhamon, representado junto a su esposa Anjesenamon.

jueves, 24 de febrero de 2022

La tumba de la reina Hetepheres.


Parte del ajuar funerario de la reina.



Muy pocas tumbas egipcias han llegado hasta nosotros invioladas, menos aún tratándose de reyes o reinas. Si la tumba del joven faraón Thutankhamon es mundialmente conocida no lo es tanto la también sorprendente tumba de la reina Hetepheres.



Hetepheres fue la esposa del faraón Snefru y madre de Keops, ambos de la IV dinastía. Además los egiptólogos creen que era hija del último faraón de la III dinastía y que por ello fue obligada a casarse con Snefru, que así conseguiría legitimarse en el trono.



La tumba de esta reina en realidad no es su tumba original, ésta (una de las pirámides más pequeñas situadas junto a la Gran Pirámide de Keops) fue saqueada por los ladrones, que incluso destruyeron su momia para conseguir los valiosos amuletos ocultos entre sus vendas. Para evitar la tristeza... o más bien la ira del faraón, los funcionarios le ocultaron este hecho (¡su madre puede que no disfrutase de la vida eterna!) y volvieron a dejar en un tumba distinta un lujoso ajuar funerario y el sarcófago (que está vacío). Y esta vez sí que lograron esquivar a los ladrones, puesto que nadie más volvió a entrar en la tumba durante milenios... hasta que en 1925 el arqueólogo G. Reisner se dio cuenta que allí donde apoyaba el trípode de su cámara fotográfica había una capa de argamasa utilizada para la construcción...






Cuando los arqueólogos accedieron al interior de la cámara, encontraron un conglomerado de restos de objetos, junto con una especie de ceniza de color gris, producto de la desintegración de los objetos orgánicos, como la madera, telas, cestos, esteras, etc.

Todo esto formaba una capa desigual por todo el suelo que iba desde unos 10 cm de altura hasta prácticamente un metro al lado sur de la cámara. La totalidad de los objetos de madera habían desaparecido con el paso de los años y únicamente quedaba su chapado de oro esparcido por el suelo. Ninguno de esos muebles y objetos hechos de madera se podían recuperar ya, pero gracias al tesón de Reisner, que fotografió e hizo dibujos detallados de todas las chapas de oro que encontró y dónde se habían encontrado, se pudo reconstruir el aspecto que habrían tenido en su momento estos muebles: un dosel, un trono, una cama y una silla de mano.







Si queréis más información:



jueves, 3 de marzo de 2016

Las dinastías egipcias.

Seti I recibe de Hathor un collar honorífico.


La lista de gobernantes egipcios más completa que ha llegado hasta nosotros fue la elaborada por el sacerdote de Ra, Manetón. Le fue encargada por el rey Ptolomeo Soter, de origen greco-macedonio, que quería vincular su dinastía a los gobernantes nativos que había tenido el país en tiempos pasados.

Fue él el que acuñó el término "dinastía" para referirse a un conjunto de gobernantes que tenían características en común (misma procedencia geográfica, líneas de gobierno, etc). En la actualidad palabra supone un vínculo familiar en el que el poder pasa de padres a hijos.

Manetón estableción treinta y una dinastías para toda la historia de Egipto desde la unificación del Alto y Bajo Egipto bajo el faraón Narmer hasta los emperadores persas que controlaron el territorio antes de la conquista de Alejandro Magno. Las dinastías más famosas con la III y la IV, durante la que se contruyeron las conocidas pirámides egipcias y la XVIII y XIX, estas dos últimas el momento de esplendor político, cultural y económico egipcio.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Hatshepsut.



Escultura de Hatshepsut.

Fuente: wikipedia.
Hatshepsut ("La primera entre las damas nobles", XVIII dinastía) fue la mujer faraón que durante más tiempo permaneció en el trono. Nieta e hija de faraones, era hija de la princesa y Gran Esposa Real Ahmose y Tutmosis I . Como ninguno de sus hermanos varones llegó a la edad adulta, la casaron con el hijo de una esposa secundaria de su padre, el futuro Tutmosis II, para legitimarle en el trono (en Egipto los faraones debían casarse siempre con, al menos, una princesa de sangre real).

No tuvieron hijos varones, sólo a la princesa Neferure-Ra, por lo que con la temprana muerte del faraón se produce una crisis sucesoria. Una esposa secundaria ha tenido un varón, Tutmosis, pero es un niño aún, así que deben concertar su matrimonio con Neferure-Ra para legitimarle en el trono en el caso de que llegue a la edad adulta y pueda reinar (la mortandad infantil era muy alta en el Antiguo Egipto). Mientras, la Gran Esposa Real se ocupará de la regencia, avalada por su procedencia familiar y por su inteligencia.

El futuro Tutmosis III va creciendo y Hatshepsut aficionándose al poder, hasta que decide que no quiere dejar el trono. Por ello empieza a ordenar ser representada en los relieves y estatuas como un hombre con los atributos de los faraones. Primero acompañada del verdadero faraón, Tutmosis, y más adelante prescindiendo de él. Crea una leyenda que dice que su padre, en realidad, es el dios Amón, para legitimarse en el trono.

Su gobierno se caracterízó por ser un largo período de paz y de prosperidad económica.... Pero otra vez tenemos dudas ¿cómo consiguió alejar del poder tantos años a su hijastro? ¿Si quería conservar el trono para siempre porqué permitió que llegase a la edad adulta?

Parece ser que desde la muerte de los colaboradores más cercanos y de la hija de Hatshepsut, ésta se derrumbó y empezó a delegar parte del gobierno en Tutmosis ¿tuvo él algo que ver en una o en todas estas muertes? ¿el fallecimiento de la reina fue natural u ordenada por él?

Tutmosis III se convirtió en uno de los grandes faraones de la historia egipcia, con un reinado caracterizado por las campañas militares y las conquistas territoriales, extendiendo el territorio egipcio por el Sinaí, Siria, Canaán y Nubia. Aunque también es conocido por la saña con la que mandó destruir el nombre y la imagen de su madrastra en templos y edificios públicos, intentando borrarla de la Historia y quién sabe si también intantando privarla de la vida eterna, tan importante para los egipcios.



Tutmosis III.

Fuente: Artehistoria.

martes, 1 de marzo de 2016

La Mujer en el Antiguo Egipto.

Relieve con una pareja de nobles en la tumba del alto funcionario Ramose (hacia 1360 a.C.)
Fuente: http://nonwriter2.blogspot.com/2008_02_01_archive.html




La posición de la Mujer en el Antiguo Egipto era extraordinariamente buena si la comparamos con la del resto de culturas vecinas, como sociedades mesopotámicas, helénicas, etc. Al contrario que en ellas, en las que las mujeres vivían en un permanente estado de minoría de edad con fuertes trabas para heredar, administrar su patrimonio y con la permanente tutela de un varón (su padre, su esposo, sus hijos...), las egipcias poseían una consideración social bastante buena. Podían heredar y administrar sus bienes sin contar con el visto bueno de esposos o padres, podían tener negocios propios e incluso ejercer profesiones liberales como la medicina.




¡Hombres y mujeres eran iguales ante la ley! Lo que a nosotros nos parece de lo más normal era algo extrañísimo y exótico en esa época. Los viajeros extranjeros se sorprendían y escandalizaban por esta igualdad y relativa libertad femenina.




En el matrimonio la mujer no perdía su apellido, sus posesiones no eran obligatoriamente administradas por su esposo si ella no lo permitía y el divorcio era una iniciativa que también podían tomar ellas (en otras culturas sólo los hombres podían decidir divorciarse).




En los papiros que recogen consejos de sabios para educar y guiar a los niños y jóvenes, nos encontramos frases asombrosamente modernas, como la siguiente, del escriba Ani:



"Si eres sabio, mantén tu casa, ama a tu mujer, aliméntala
apropiadamente, vístela bien. Acaríciala y cumple sus deseos. No seas brutal,
obtendrás más de ella por la consideración que por la violencia: si la empujas,
la casa va al agua. Ábrele tus brazos, llámala; demuéstrale tu amor".

No pensemos que las mujeres tenían los derechos que actualmente disfrutamos, su posición no era igual en todo a la del hombre. Éste seguía siendo considerado superior, pero la mujer no era vista como alguien inferior sino más bien como un complemento imprescindible y merecedor de cierta consideración y respeto.


Pintura de una tumba egipcia. Una sirvienta ayuda a su señora a acicalarse.

Fuente: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2IL9vz9EIAoo9COZbquG5_1FDP-z8U4B1dqFreAs8E3AI3fhr-7AS8hbQMBUvjIvwNiskK9n1hhnIs4qewXl4mve2GoFfGtEmulkfTITOvT_a0lvVmwfOT73w1zVhA8DhoJN28QkS_6lW/s1600/egipto1.jpg


Existían trabas casi infranqueables para que las mujeres llegaran al trono, pero a pesar de ello conocemos unas pocas faraonas que en momentos de crisis o mediante intrigas consiguieron el poder máximo, e incluso lo desempeñaron de manera muy positiva para el país. La más famosa de ellas fue Hatshepsut (reinó de 1479-1457 a. C.), que siendo nieta, hija y esposa de faraones llegó al poder como regente durante la minoría de edad de su hijastro Tutmosis y que después no quiso devolverle el poder... aunque esa es otra historia que bien se merecería una entrada para ella sola.

lunes, 29 de febrero de 2016

Ramsés II y Nefertari.




Colosos del templo de Ramsés II en Abu Simbel.


Ramsés II (decimonovena dinastía, reinó del 1279 al 1213 a.C.) es uno de los faraones más célebres, por la enorme cantidad de restos arquitectónicos y artísticos que han llegado hasta nosotros de sus sesenta y seis años de reinado.

Su largo reinado se caracterizó por la prosperidad económica que permitió el desarrollo de las artes y las ciencias, convirtiéndose en el momento de mayor esplendor político, económico y cultural de toda la historia egipcia.

Los templos más impresionantes mandados construir por él fueron los de Abu Simbel, excavados en la roca. El acceso del dedicado al faraón está flanqueado por cuatro colosos que le representan. El dedicado a la reina es más pequeño. La construcción en los años sesenta del pasado siglo XX de una presa para regular las inundaciones del Nilo en la zona de Asuán lo condenó a la desaparición bajo las aguas... pero la colaboración internacional permitió trocear los templos para llevarlos auna zona cercana pero más elevada que los salvó de la inundación. Uno de los países participantes en este gran proyecto fue España, que recibió como agradecimiento del gobierno egipcio el templo de Debod.


Ramsés II anciano.


La Gran Esposa Real (es decir, aquella que el faraón hacía destacar por encima del resto de sus múltiples esposas y concubinas) de Ramsés II fue Nefertari. Es mundialmente conocida por poseer el hipogeo (tumba excavada en la roca) más bello y con sus pinturas mejor conservadas de todo el Valle de las Reinas. Podéis visitar su tumba de manera virtual en Egipto al descubierto.

Pero su papel fue mucho más importante. Su participación en política fue más intensa de lo habitual, sabemos que mantenía correspondencia con los principales monarcas extranjeros y sus mujeres y que esa correspondecia tuvo un papel muy importante en la firma de tratados de paz. Los títulos reales concedidos por su esposo eran todos los que correspondían a las Grandes Esposas Reales, y también otros poco comunes que nos la muestran como regente cuando su esposo dirigía los ejércitos en campañas bélicas (Señora de las Dos Tierras, se refiere al Alto y al Bajo Egipto), casi a la misma altura que un Faraón (Señora de Todas las Tierras), y uno creado especialmente para ella y que no volvió a ser utilizado después de su fallecimiento, "Aquella por la que brilla el Sol", símbolo del enorme amor que le profesaba su Ramsés. Fue divinizada en vida, común entre los faraones pero muy raro entre las reinas.

La diosa Hathor insufla vida a la reina Nefertari.

Fuente: Wikipedia commons.

Murió en torno al vigésimo sexto año del reinado de su esposo, y aunque tuvo con él varios hijos la línea sucesoria que consiguió hacerse con el trono fue la de otra Gran Esposa Real, Isis Nefert. ¿Alguna de las muertes de la familia real fueron producto de la lucha entre ambas por colocar a sus hijos como herederos? Eso es algo que no podemos saber con certeza.

Templo de Nefertari en Abu Simbel. Es extraordinariamente raro que la reina haya sido representada con el mismo tamaño que el Faraón.

domingo, 28 de febrero de 2016

El templo de Debod.


Vista aérea del templo de Debod. Fuente: Sobre España.


El templo de Debod, situado en el Parque del Oeste de Madrid, fue regalado por Egipto a España en el año 1968, como muestra de gratitud por la ayuda española tras el llamamiento internacional realizado por la Unesco para salvar los templos de Nubia, principalmente el de Abu Simbel, en peligro de desaparición debido a la construcción de la presa de Asuán. Egipto donó cuatro de los templos salvados a distintas naciones colaboradoras: Dendur a los Estados Unidos (se encuentra actualmente en el Metropolitan Museum de Nueva York), Ellesiya a Italia, Taffa a Holanda y Debod a España.


Tiene una antigüedad de unos 2.200 años. Su núcleo más antiguo fue erigido bajo el faraón Ptolomeo IV Filópator, pero decorado y remodelado por monarcas posteriores.
Al ser trasladado a España, se situó de manera que conservase aproximadamente la misma orientación que en su lugar de origen, de este a oeste.


¡Tenemos un trocito del Antiguo Egipto muy cerca!




Fuente: Munimadrid.

viernes, 26 de febrero de 2016

Jugando al senet.




Senet era un juego de mesa muy popular en el Antiguo Egipto y posiblemente puede ser uno de los ascendientes del Backgammon.


La popularidad de este juego es evidente debido al gran número de ellos que se han encontrado en tumbas Egipcias, desde las de nobles a las de faraones. Casi cincuenta conjuntos se han descubierto, muchos de ellos en condiciones perfectas de conservación con las piezas y palillos todavía intactos.


No se han encontrado nunca ningunas reglas para Senet, escritas sobre un papiro o pintadas sobre la pared de una tumba. Parece ser que el juego puede haber sido tan popular que se enseñó enteramente por referencias de un jugador a otro, porque casi todo el mundo sabía como jugar.


El tablero de Senet se compone de 30 cuadrados en tres filas de diez cuadrados por cada una de las filas:

Los cuadrados se numeran en la primera fila del 1 al 10 de izquierda a derecha, en la segunda fila del 11 al 20 de derecha a izquierda, y en la tercera fila del 21 al 30 de izquierda a derecha. Las piezas, o peones, siguen la trayectoria de los números, de izquierda a derecha en la fila superior, de derecha a izquierda en la fila media, y de izquierda a derecha en la fila inferior (o en algunas versiones, al revés).


Los cuadrados del 26 al 30 tienen símbolos sobre ellos, como el 15, que en algunas variaciones es el punto de partida para las piezas. En algunos tableros, el cuadrado 30 no tiene ningún símbolo, pero se suele pintar en un color diferente.


Cada jugador tiene entre 5 y 10 peones, dependiendo de la variante y de la dificultad deseada del juego. El movimiento de los peones se decide por cuatro palillos hemisféricos pintados con una marca sobre un lado y en blanco sobre el otro, o por el lanzamiento de dados.


Aquí podéis jugar on line.

miércoles, 24 de febrero de 2016

Las siete maravillas del mundo antiguo: La Gran Pirámide de Keops.

Pirámide de Keops.


De las siete maravillas del mundo antiguo sólo queda en pie una, la Gran Pirámide construida en torno al 2570 a. C. para el faraón Keops (también llamado Jufu, IV dinastía) en la meseta de Giza, cerca del actual el Cairo.Hasta el siglo XIV de Nuestra Era fue el edificio más alto del mundo.

Fue construida con unos 2.300.000 bloques de piedra, cuyo peso medio es de dos toneladas y media por bloque, aunque algunos de ellos llegan a pesar hasta las sesenta toneladas. Originalmente estaba recubierta por unos 27.000 bloques de piedra caliza blanca, pulidos, que resplandecían con la luz del sol. Mantuvo este aspecto hasta principios del siglo XIV, cuando un terremoto desprendió parte del revestimiento calizo. Posteriormente, los turcos otomanos utilizaron dicho revestimiento para la construcción de diversas edificaciones en El Cairo, como la mezquita de Hassán.

Las tres pirámides llamadas de las reinas se encuentran próximas a cara este de la Gran Pirámide. Fueron construidas para las dos esposas principales y la madre del faraón (de ella, Hetepheres I y de su tumba hablaremos otro día).


En 1954 se encontró, enterrada en un foso, próximo al lado sur de la pirámide, una barca funeraria. Estaba desmontada y se tardaron catorce años en reconstruirla. Se exhibe en una gran sala erigida sobre el foso. Esta barca formaba parte importante del ritual funerario ya que sería la encargada de llevar a Keops en su viaje a través del más allá. Se tiene conocimiento de otra barca, pero por precaución y para evitar su deterioro no ha sido extraída todavía.

martes, 23 de febrero de 2016

Música en el Antiguo Egipto.


Como nosotros, los egipcios amaban la música. Les acompañaba en sus fiestas, en los actos religiosos y en su vida cotidiana, por eso encontramos constantemente representaciones de instrumentos musicales, cantantes y bailarines en los templos y las tumbas ¡también querían disfrutar de ella en la Otra Vida! 

¿Queréis conocer algo  más sobre la música egipcia? Podéis hacerlo gracias a este vídeo, en el que la música está tomada de una de las mejores reconstrucciones de cómo sonaba la música del Antiguo Egipto, realizada por Rafael Pérez Arroyo. Danza del Iba y Danza de Parejas de su disco "La música en la edad de las pirámides".




El templo egipcio.


domingo, 21 de febrero de 2016

Tumbas egipcias y momificación.










En el siguiente vídeo, podréis conocer mejor el proceso de la momificación, que ha conservado hasta nuestros días miles de cuerpos




Una vez concertados con la familia del difunto la calidad y el precio del embalsamamiento, los encargados de tal tarea realizaban su trabajo pero debían estar acompañados de sacerdotes que cumpliesen los rituales mágicos correspondientes para cada etapa (en el vídeo el sacerdote es el que aparece con una máscara en forma de cabeza de chacal, en alusión al dios de los muertos, Anubis). El cuerpo se lavaba y frotaba con ungüentos. El cerebro se retiraba después de haberlo batido con un gancho introducido por una fosa nasal, mientras que el resto de órganos se extraía de una incisión en el abdomen (el cerebro se desechaba porque pensaban que no tenía ninguna función importante, el resto de vísceras se secaban y se guardaban en vasijas denominadas vasos canopes). El abdomen se rellenaba con saquitos llenos de hierbas aromáticas, para que no se deformase, y el cuerpo se cubría por completo de natrón (sal) durante setenta días. Una vez transcurrido este tiempo, se extraía completamente deshidratado y se arreglaba colocándole una peluca (o peinando su pelo natural si lo tenía), disponiendo ojos postizos y envolviéndole en una infinidad de vendas entre las que depositaba amuletos que protegiesen al fallecido durante su viaje de ultratumba.


Esta momia, se depositaba en un sarcófago tan lujoso como pudiera costear la familia, normalmente con una máscara que recordaba los rasgos humanos, y con inscripciones que solían informar del nombre del finado, su profesión, su rango... también se incluían oraciones y encantamientos para ayudar al alma del fallecido en su trayecto por la otra vida.

sábado, 20 de febrero de 2016

Bienvenidos al país de Kemi.

Hoy comenzamos a conocer la fascinante y misteriosa cultura egipcia. Fue la civilización antigua que logró pervivir durante más milenios. A pesar de la alternancia de momentos de decadencia y esplendor nunca perdió sus señas de identidad características. Conocemos mucho de sus dioses, sus costumbres y su vida cotidiana, y este torrente de vida nos ha llegado en gran parte, y paradójicamente, a través de sus tumbas. En sus paredes pintaron sus actividades cotidianas o escribieron sus libros sagrados y allí depositaron sus posesiones más preciadas. Podemos mirar cara a cara a sus más grandes faraones, preservados gracias a las técnicas de momificación, como no podemos hacer con ningún otro contemporáneo suyo.


Ya fuera independiente, asirio, persa, helenístico, romano, bizantino o árabe, Egipto siempre ha sido él mismo. El idioma copto, descendiente de la lengua que hablaban en el Antiguo Egipto, aún pervive como lengua de culto para las poblaciones cristianas del país.




Disfrutad de estas imágenes de Egipto acompañadas de música moderna árabe.






martes, 3 de marzo de 2015

"La Bella de Atón ha llegado".

Busto de la reina Nefertiti.Fuente: wikipedia commons.

De toda la estatuaria antigua hay dos bustos femeninos que destacan como obras cumbres del arte mundial. Uno de ellos es la Dama de Elche, que veremos más adelante y de la que podéis disfrutar en el Museo Arqueológico Nacional.


El otro es el que representa a la deslumbrante Nefertiti (cuyo nombre significa "La Bella de Atón ha llegado"). Esta Gran Esposa Real del faraón Amenofis IV, también llamado Akhenatón (XVIII dinastía), jugó un papel político importantísimo en el gobierno de su esposo, al que apoyó en la revolucionaria reforma religiosa que llevó a cabo. Actualmente se conserva en el Museo Egipcio de Berlín. Allí sigue hipnotizándonos miles de años después.


Mucho es lo que se conoce de ella y de su esposo, pero también mucho lo que aún es un misterio. Conocemos a familia real de una forma insólita, se representaron en numerosos relieves compartiendo sus momentos de ocio y prodigándose gestos de afecto como no se había hecho jamás hasta el momento en el arte egipcio. Era impensable que un Dios como el faraón apareciera besando o abrazando tiernamente a su esposa e hijas.



Akhenaton y Nefertiti juegan con sus hijas.


¿Qué es, entonces, lo que aún intentan conocer los egiptólogos? Cómo y cuándo murió Nefertiti. No sabemos nada de ella ni de Kiya (madre del heredero, Tutankhamon. ¿os suena?) desde el decimocuarto año de reinado de su esposo, pero es en ese momento cuando aparece un misterioso personaje que empieza a gobernar junto a Akhenatón. ¿Pudo ser Nefertiti convertida de manera oficial en un faraón? ¿Cayó en desgracia por su ambición o por acabar, por celos, con Kiya y fue alejada de la corte?

lunes, 2 de febrero de 2015

Escribe tu nombre con jeroglíficos.


Este es el valor fonético de algunos jeroglíficos egipcios. Intentad escribir vuestros nombres (recordad, los fonemas del antiguo idioma egipcio no son exactamente como los castellanos, algunos con existían). No olvidéis que aunque se puede escribir tanto de izquierda a derecha como de derecha a izquierda o, incluso, de arriba a abajo, debes seguir un orden lógico de lectura. Puedes guiarte con la imagen.


viernes, 9 de enero de 2015

Escondrijos de momias.

Entrada a la DB320.

Fuente: Wikipedia.


Durante el Tercer Período Intermedio, la inestabilidad política y económica produjo una gran inseguridad y el aumento de los saqueos a las tumbas reales.

Puesto que los saqueadores no tenían reparos en trocear las momias para conseguir las costosas joyas colocadas como amuletos entre sus vendas, la vida eterna de los monarcas corría serio peligro. Esto llevó a que muchas de ellas se sacasen de sus tumbas ya saqueadas y se escondieran en pequeños hipogeos de nobles y sacerdotes. Al ser más discretas y no haber sido utilizadas para un funeral real, no eran conocidas por los saqueadores y dos de ellas han llegado hasta nuestros días.

La principal de ellas es la llamada DB320 (DB significa que está cerca del yacimiento arqueológico de Deir el Bahari), y en ella aparecieron los restos de cincuenta reyes, reinas, familiares reales y nobles. Alguno de ellos de los más importanes y conocidos, como Ramsés II o Tutmosis III, y otras ocho momias aún por identificar.

Otro escondrijo es la KV35 (Kings' Valley, es decir, del Valle de los Reyes), que es la tumba de Amenofis II, reaprovechada para albergar los cuerpos de otros monarcas.

Gracias a estos escondrijos (y a las sofisticadas técnicas de momificación egipcias, por supuesto) podemos mirar cara a cara a los grandes gobernantes el Antiguo Egipto.

miércoles, 7 de enero de 2015

Cuentos y leyendas egipcios.




Aquí podéis encontrar historia y leyendas egipcias, y aquí información sobre sus dioses.






































Fuente de la imagen: wikipedia.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Los tesoros de Thutankhamon.

En el Pabellón XII de la Casa de Campo podemos disfrutar de una estupenda exposición. la reproducción a tamaño real de ajuar funerario encontrado en la tumba del joven faraón Thutankhamon. Podemos disfrutar de salas en las que comprender la emoción del arqueólogo Howard Carter y de su mecenas, Lord Carnarvon, viendo cómo se encontraron, exactamente, todas las posesiones que debía acompañar al faraón en la otra vida.